Fregaderos Integrados en la Encimera: Ventajas e Inconvenientes

fregadero integrado encimera

Los fregaderos integrados en encimeras de cocina no solo son tendencia por su apariencia moderna y uniforme. Lo son también por las ventajas que ofrecen frente a los tradicionales: facilidad de limpieza, higiene, mayor superficie de encimera disponible…

Se trata de fregaderos que forman parte de la encimera, es decir, sin juntas, y que vienen así de fábrica, o que están desarrollados para que llegado el momento de la instalación no se perciba que son elementos diferentes. En este sentido hay que diferenciarlos de los los fregaderos bajo encimera o al mismo nivel. En estos casos hablamos de piezas diferentes, que pueden ser del mismo material o no, y donde la junta puede ser mas o menos visible.

Si bien los fregaderos integrados pueden fabricarse con varios materiales como el granito, mármol, hormigón o la cerámica, los materiales realmente demandados por sus características y ventajas para este tipo de producto son el cuarzo y el acero. Con estos materiales se consiguen unos mejores resultados a nivel de resistencia, diseño y costes.

Ventajas de los fregaderos integrados

Desventajas o inconvenientes

Fregaderos integrados en encimeras de cuarzo

Las encimeras y fregaderos integrados en cuarzo representan, como ya mencionamos, gran parte de la demanda de este tipo de productos. Se trata de artículos comprados por separado, encimera por un lado y fregadero por otro, normalmente con el mismo diseño.

La unión la realizará el marmolista en su taller. Para ello será necesario realizar rebajes en la encimera y también en el fregadero. Posteriormente se pegan con un producto especial de alta resistencia, y se pule hasta que la junta quede completamente oculta. Desde este momento y desde un punto de vista práctico y visual, serán una única pieza.

Este es el caso de las encimeras de la marca Silestone y sus fregaderos Integrity.

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